domingo, 30 de noviembre de 2014

TIPS PARA DISFRUTAR DE LAS FIESTAS SIN DEJAR DE COMER #SANOYSABROSO

TIPS PARA DISFRUTAR DE LAS FIESTAS SIN DEJAR DE COMER #SANOYSABROSO

Llegó Diciembre, el mes en el que no  sólo en el que consumimos preparaciones típicas de esta época del año, sino en que también buscamos hasta el mínimo momento para celebrar. Cumpleaños, matrimonios, reuniones, almuerzos, cenas y fiestas son el común denominador de la mayoría en este mes.


En este artículo te daremos algunos tips y estrategias para sobrevivir a cualquier fiesta sin subir gramitos adicionales en la balanza.  Estos consejos son aplicables a cualquier reunión y no sólo a las celebraciones navideñas.  Navidad sin culpas, será otro tema que tocaremos en nuestro blog, muy pronto.

Te aseguramos que si implementas estas estrategias, mantendrás tu peso y al mismo tiempo, disfrutarás el buen rato de compartir con tu familia, pareja o amigos.

1.       Evita saltarte comidas durante el día: muchas personas cometen el error de pensar en que si comen muy poco, saltan comidas o ayunan horas antes de la celebración, podrán comer más sin remordimiento. Esto, es un grave error, ya que el metabolismo se elentece, las hormonas del hambre y la ansiedad aumentan y la ingesta de alimentos se realiza de forma compulsiva. En lugar de favorecer la pérdida o mantenimiento del peso, saltarte comidas o ayunar sólo puede empeorar las cosas haciéndote comer de más y ganar peso extra. Consume alimentos cada 3 a 4 horas en pequeñas porciones, para mantener el hambre bajo control. 
2.       Come ligero durante el día: si bien la idea no es ayunar o dejar de comer, es importante realizar una selección adecuada de los alimentos que consumiremos antes de la celebración, prefiriendo el consumo de vegetales frescos y frutas en abundancia (los cuales raramente se ofrecen en las celebraciones), proteínas bajas en grasa y carbohidratos complejos saludables, estos últimos en pequeñas cantidades, ya que suelen consumirse en exceso en las festividades.

3.       NO llegues con hambre a la celebración: por allí dice un dicho “más vale prevenir que lamentar”, es preferible tomar una merienda ligera antes de salir que te calme el apetito , ya que, en primer lugar,  no sabemos que vamos a encontrar para comer y, en segundo lugar, estar previamente saciado y sin sensación de hambre te permitirá controlarte mejor a la hora de escoger la cantidad y calidad de los alimentos que consumirás.  Algunas de estas meriendas pueden ser: Yogurt sólo o con algunas fruta, Consomé con vegetales ó Crema de Vegetales, una Ensalada fresca pequeña con queso bajo en grasa, un puño de Frutos Secos ó 1 Batido de Yogurt y fresas.
4.       Si se trata de Pasapalos: selecciona los que te vas a comer y no te prives de los que te gustan. Si ya realizaste una merienda previa, seguramente no llegarás con tanto apetito a la fiesta, por lo que puedes escoger lo que vas a comer. No tienes porque consumir todos los pasapalos ni tampoco debes dejar de comer los que te gustan. Escoge los que más te gustan y consume 4 de ellos. No malgastes tus calorías en consumir pasapalos que no te agraden ó poco atractivos sólo por el mero acto de comer, date tu gusto con moderación.  Algunos pasapalos saludables que puedes disfrutar sin mucho remordimiento son Ceviches, lonjas de pavo, jamón serrano o carpaccios, antipastos de atún o vegetales (cuidando la cantidad de aceite) o cócteles de mariscos. Evita las cremas para untar y las frituras ya que son los que más contienen grasa y calorías. 


5.       Si se trata de una comida caliente: empieza sirviéndote porciones grandes de vegetales cuidando las salsas y aderezos y acompañalas con alguna fuente de proteína evitando las realizadas con salsas a base de cremas. Si se trata de platos combinados (EJ Paella, arroz con pollo, pastas o pasticho), sírvete la mitad de una porción regular y acompáñala con vegetales.
6.       Cuida lo que tomas: no se trata sólo de cuidar lo que comes si no también lo que tomas. Es más fácil excederse con calorías provenientes de los líquidos que con las provenientes de los sólidos ya que las primeras no generan una sensación de saciedad importante. No malgastes tus calorías con aquellas consideradas “vacías”, es decir, aquellas que no aportan nutrientes en cantidad y calidad. Bebidas gaseosas, jugos pasteurizados o esterilizados, té frío azucarado, aguakina son fuente de calorías vacías. La mejor bebida que puedes ingerir es agua o soda clásica sin sabor con gotas de limón. Ahora bien, si lo tuyo son las bebidas alcohólicas, lee el próximo tip.


7.       Con el alcohol, cuida la cantidad y calidad: el alcohol además de ser una fuente también de calorías vacías, estimula la lipogénesis, es decir el almacenamiento de esas calorías como GRASA. La combinación de alcohol + azúcar o carbohidratos en exceso potencia la ganancia de peso y sobretodo de grasa, por eso, es importante que si vas a consumir algunos tragos de alcohol, es preferible que evites el consumo excesivo de carbohidratos y sobretodo de azúcares. En cuanto a las bebidas más recomendadas tenemos: el vino tinto o blanco (que además de ser bajo en carbohidratos, te aporta polifenoles antioxidantes y cardioprotectores); whisky con soda o agua; vodka con soda y limón; sangría o tinto de verano (elaborado sin azúcares) ó cerveza ligera. De cualquier modo lo más importante es cuidar la cantidad, procurando no superar los 3 tragos.


8.       En cuanto a los postres: para muchos, esta es la parte más difícil de resistir y controlar. La clave en este punto es evitar consumir postres muy frecuentemente y limitarlo a ocasiones especiales cómo una vez por semana. Si ya sabes que te costará resistirte al postre, evita abusar de los pasapalos y comidas previas, come hasta sentirte satisfecho y no full, y guarda un espacio para el postre. La mejor forma de evitar excederte es compartiéndolo o sirviéndote la mitad de la porción regular. Sin embargo, si sufres de gastritis o digestiones pesadas evita consumir postre con las comidas y más si se trata de la noche donde la digestión es más lenta; en estos casos si es conveniente guardar tu trozo de torta o dulce y reservarlo para el día siguiente.

Como ves, todo se trata de MODERACIÓN y BALANCE, vivimos en sociedad y cómo tal es normal y sano compartir alimentos y celebrar en grande. Si aplicas estas estrategias, verás que puedes disfrutar de estos pequeños placeres sin dejar a un lado tu estilo de vida saludable.


FELICES FIESTAS!!! 

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domingo, 23 de noviembre de 2014

Los problemas de la Piel y las Soluciones Nutricionales




La piel tiene dos capas la interna conocida como dermis, compuesta por células dérmicas, vasos capilares, glándulas y tejido nervioso. Una capa externa epidermis compuesta por células dérmicas externas y colágeno.  El colágeno constituye el 70% de la piel y se encarga de la elasticidad y su síntesis está asociada a la Vitamina C ya que ésta actúa como cofactor en la hidroxilación de los aminoácidos lisina y prolina.

Muchos factores Nutricionales influyen o se manifiestan a través de la piel, para prevenirlos y mantener una piel saludable tome nota de  algunas recomendaciones.


Acné: Exceso de grasa que obstruye los poros de la piel y se puede asociar la carencia de Vitamina A y Zinc con una menor capacidad de la piel para luchar contra la infección de la piel. Por  lo tanto, la dieta ha de ser baja en grasas y azúcar, alta en agua, frutas frescas, vegetales y planificación de “dietas Detox” (1) con regularidad.  Es positivo incorporar fuentes alimentarias de vitamina A, Zinc, niacina, vitamina B5 (ácido Pantoténico) y Vitamina E.


Celulitis: Exceso de grasa saturada o de toxinas de base lipídica inmovilizan a las células de grasa.  La grasa dura y toxinas pueden ser eliminadas mejorando la circulación, incrementando la ingesta de agua y el masaje, drenaje linfático y ejercicio físico.  La dieta con restricción de grasas saturadas, optando por grasa saludable proveniente de frutos secos, semillas y aceite de maíz u oliva y aguacate.  Alimentos como manzana, zanahoria, naranjas, uvas, castañas y membrillo que contienen  pectina refuerzan el sistema inmune y desintoxica los sistemas corporales, incluyendo la piel.  Mantenga a diario la ingesta de alimentos ricos en Vitamina C (guayaba, ciruela de huesito, limón, fresas, brócoli, pimentón y naranjas)


Dermatitis: Inflamación de la piel similar al eccema, por lo general ocasionada por una alergia por contacto, a alimentos  o la dermatitis debida a la carencia de zinc, baja ingesta de ácidos grasos esenciales.  Por tanto, la dieta debe ser baja en grasas saturadas pero si incluya grasas saludables.  Si la causa es la alergia algún alimento consulte con un especialista en Nutrición para la indicación dietética correspondiente.  También puede considerar la “dieta Detox” (1) con regularidad para ver efectos beneficiosos.


Piel Seca: Relacionada con una alteración del equilibrio del agua, bajo consumo de grasas esenciales y de vitamina A. Para prevenirlo tome al menos un litro de agua por día, así como alimentos ricos en agua como frutas y vegetales, limitar bebidas estimulantes como el alcohol, café y té le ayudará.  Fuentes alimentarias de Vitamina E es fundamental:

Fuente
Vitamina E (mg/100 g)
Aceite de germen de trigo
722
Semillas de girasol
222
Pimentón
199
Almendras
175
Aceite de linaza
85
Avellanas
74
Maíz
72



Piel grasosa: Exceso de grasa en la dieta, exceso de histaminas y una excesiva estimulación suprarrenal producto del estrés.  En este caso, la alimentación debe incluir ácidos grasos esenciales, fuentes alimentarias ácido pantoténico (hígado, carne de ave, huevo, brócoli, tomates, papas y hongos) y Vitamina C.  Así mismo, debe controlar la ingesta de alcohol y azúcar.


Psoriasis: Comience con una dieta que purifique y mantenga una alimentación baja en grasas saturadas y rica en vegetales y frutas.  Alimentación rica en Antioxidantes A, C y E.

Piel áspera: carencia de vitamina A, deshidratación y bajo consumo de ácidos grasos esenciales.  Revierta esta situación con una alimentación rica en frutas y vegetales especialmente (amarillos, naranjas y rojos) complemente con alimentos ricos en zinc (ostras, carnes,  germen de trigo, yema huevo,  lentejas y sardinas) y de Selenio (Carnes, maricos, harina integral,  huevos y nueces).

Fuente: Patrick Holford

              (1)  Dieta Detox: Plan de Alimentación especial  diseñado por Sano Sabor Consultores Nutricionales

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domingo, 16 de noviembre de 2014

INMUNONUTRICIÓN ¿CÓMO AUMENTAR NUESTRAS DEFENSAS A TRAVÉS DE LA ALIMENTACIÓN?

INMUNONUTRICIÓN ¿CÓMO AUMENTAR NUESTRAS DEFENSAS A TRAVÉS DE LA ALIMENTACIÓN?

Nuestro sistema inmunológico es el que nos protege contra infecciones y enfermedades que nos afectan. Existen bebidas y alimentos específicos que han ganado popularidad por “aumentar tus defensas”, sin embargo, vale la pena preguntarse ¿Influye nuestra alimentación en el sistema inmunológico?
Diversas investigaciones y estudios han permitido identificar que algunos factores dietéticos si son capaces de afectar la respuesta inmunológica de nuestro organismo, los cuales detallamos.

1. INGESTA CALÓRICA

La  ingesta energética tiene una influencia considerable en la actividad inmunológica. Las personas desnutridas o que siguen dietas muy bajas en calorías (menores a 1200 kcal) presentan un mayor riesgo de contraer infecciones.  Esto se debe también a que éstas suponen una disminución de la ingesta de nutrientes esenciales (vitaminas, minerales).


Así mismo, la ingesta excesiva de calorías o sobrealimentación también puede a afectar la capacidad del sistema inmunológico de combatir infecciones. De hecho, la obesidad está ligada a una mayor incidencia de infecciones así como de una menor capacidad para combatirlas

2. APORTE DE GRASAS y ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS


Una dieta alta en grasa disminuye la respuesta inmunológica, aumentando el riesgo y susceptibilidad a infecciones. Una dieta moderada o baja en grasas es fundamental para el control de peso y además ayuda a mantener un óptimo sistema inmunológico.

Sin embargo no sólo la cantidad de grasas es importante sino la calidad o fuente de las mismas. Las grasas del tipo Omega 6 presentes en carnes y aceites vegetales (maíz, soya y girasol) tienen un efecto proinflamatorio mientras que la del tipo Omega 3 y monoinsaturadas (pescados azules, aguacate, linaza, semillas, aceite de oliva) tienen el efecto contrario. 

Mantener una ingesta adecuada de ambas grasas en una proporción 2:1 de Omega 3 frente a Omega 6 es también fundamental para el óptimo funcionamiento del sistema inmunológico.  Incluir a diario una porción de semillas y nueces, aderezar las ensaladas con aceite de oliva y aguacate y consumir pescados de 2 a 3 veces por semana es una buena forma de aumentar nuestro consumo de este tipo de grasas. 

3. VITAMINA A y CAROTENOIDES

La vitamina A desde antes de su descubrimiento fue conocida popularmente como la vitamina antiinfecciosa, teniendo en cuenta que su deficiencia provoca una inmunocompetencia deficiente y un incremento de la susceptibilidad, duración y gravedad de las infecciones.

La vitamina A y los compuestos con actividad de retinol modulan una amplia diversidad de procesos biológicos y participan en la síntesis células del sistema inmune (leucocitos, linfocitos, etc). Adicionalmente, su carencia en los tejidos provoca la estimulación de reacciones inflamatorias, capaces de liberar de forma descontrolada radicales libres que inciden en el incremento de enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles como el Cáncer. De hecho, es una de las vitaminas más recomendadas en la prevención y tratamiento del cáncer.

La Vitamina A per sé, se encuentra en alimentos de origen animal, como las carnes, aves, pescados, yema de huevo y lácteos. Sin embargo, la mejor forma de obtenerla es mediante la ingesta de carotenoides pro Vitamina A presentes en el reino vegetal en alimentos como la auyama o calabaza, zanahoria, tomate, pimentón, ají dulce, mango, lechosa o papaya, etc.

4. VITAMINA C

Sin duda alguna, la Vitamina C es la más reconocida por sus propiedades inmunomoduladoras. Y no en vano, ya que es esencial para la formación de glóbulos blancos o leucocitos, células que actúan como vigilantes de nuestro sistema inmunológico, además de ser un poderoso antioxidante que retrasa el envejecimiento y disminuye la inflamación. 
Por si fuera poco, la Vitamina C es vital en casos de heridas e intervenciones quirúrgicas ya que interviene en la síntesis de colágeno y la cicatrización.
Varias investigaciones han demostrado que una alimentación rica en vitamina C ofrece una protección añadida contra todo tipo de cánceres razones que la convierten en un aliado de la salud.
¿Qué alimentos son los más ricos en Vitamina C?
La Vitamina C o ácido ascórbico se encuentra esparcida en casi todas las frutas y vegetales, con mayor contenido en: cereza criolla o semeruco, guayabas, mango, naranjas, mandarina, limón, fresas, piña y brócoli.
Una buena forma de aportar Vitamina C a tu organismo es incluir 5 raciones de frutas y vegetales al día y agregar jugo de limón a tus jugos, bebidas y ensaladas que además es un poderoso alcalinizante.
Para niños y adultos que deseen prevenir y tratar infecciones así como retardar signos del envejecimiento prematuro, se recomienda la suplementación con 500 mg al día, previa consulta con su especialista de la salud.
5. ÁCIDO FÓLICO

El papel clave del ácido fólico lo realiza de forma sinérgica junto a la  vitamina B12 en la síntesis del ADN de las células. Por lo que, su deficiencia no permite la formación y funcionamiento normal de las células de la sangre y del sistema inmune como los eritrocitos o glóbulos rojos, leucocitos o glóbulos blancos, linfocitos y macrófagos. Por ello, el ácido fólico es altamente recomendado y recetado en el tratamiento y prevención de la anemia, en la prevención y tratamiento de enfermedades que afecten el sistema inmune y en casos de leucemia y cáncer.

Su suplementación es útil en la prevención de enfermedades, en niños, mujeres que consumen anticonceptivos (ya que disminuyen los niveles de ácido fólico), en mujeres que buscan embarazarse, en embarazadas y lactantes.


Se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal como leguminosas (lentejas, habas, caraotas), cereales integrales (germen de trigo, arroz integral, maíz), vegetales de hoja verde (espinacas, brócoli, repollo, lechuga, repollo) y frutas como el cambur, naranja y aguacate.  
En alimentos de origen animal, lo encontramos en el hígado y productos lácteos.

6. PROBIÓTICOS

Los probióticos son microorganismos vivos (bacterias) que contribuyen al mantenimiento de una flora intestinal beneficiosa y por consiguiente a una buena digestión y absorción de los alimentos. Los probióticos no sólo favorecen un ecosistema bacteriano intestinal saludable que nos protege contra infecciones gastrointestinales sino también modulan la actividad de las células del sistema inmune de todo el organismo. Por ello, actualmente son adicionados a muchos alimentos funcionales.

 El consumo de probióticos es útil sobre todo en situaciones que pueden alterar el balance de la microbiota intestinal e influir en la respuesta inmune del individuo, tales como la alimentación con fórmulas infantiles, el tratamiento con antibióticos, los cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento, las enfermedades gastrointestinales y el estrés.

Los probióticos se encuentran en fuentes alimentarias como el yogurt y el kéfir, así como en forma de polvos, cápsulas y suspensiones para su suplementación.


7. ZINC

De los minerales, el Zinc es el más importante en las funciones inmunológicas del organismo ya que actúa como cofactor clave de más de 100 enzimas que participan en la síntesis de ADN y proteínas, procesos fundamentales para la actividad del sistema inmune. El zinc también es necesario para la producción de la forma activa de la hormona del timo (órgano que produce células del sistema inmune) o timulina, la cual promueve la diferenciación de los Linfocitos.

Su suplementación es clave particularmente en niños y adolescentes en crecimiento, embarazadas, lactantes e individuos inmunosuprimidos; aunque su déficit es muy común y muchas veces pasa desapercibido.

Los últimos estudios llevados a cabo en pacientes con déficit de cinc, ponen de manifiesto la importancia de la suplementación con este mineral en la dieta para contrarrestar un mayor riesgo a padecer infecciones.

Lo encontramos en carnes, aves, pescados y mariscos, así como en nueces y semillas, leguminosas o granos, arroz integral y levadura.

SELENIO

Este oligoelemento, de reciente auge en el mundo de la medicina antienvejecimiento y ampliamente usado como antioxidante, tiene efectos adicionales importantes sobre la salud, particularmente en relación con la respuesta inmune, la enfermedad viral y la prevención del cáncer.

En numerosos estudios se ha sugerido que la deficiencia de selenio se relaciona con una alteración en varios niveles de la respuesta inmunológica, produciendo su déficit una disminución de la resistencia a la infección, síntesis de anticuerpos y proliferación de células del sistema inmune.

Adicionalmente, la suplementación con selenio incluso en individuos sin déficit  tiene marcados efectos inmunoestimuladores, incluyendo un aumento de la proliferación de la actividad de las células T o linfocitos y mejora de la actividad de las células NK (actúan contra las células tumorales).

Su presencia es cada vez más baja en los alimentos de origen vegetal debido a la pobreza de los suelos. Sin embargo los alimentos más ricos en el son la nuez de Brasil, frutos secos, brócoli, ajo, germen y salvado de trigo.

A pesar de que, en este artículo hizo énfasis en algunos nutrientes en específico es importante aclarar que TODAS las vitaminas, minerales y oligoelementos son fundamentales para el funcionamiento óptimo del sistema inmune y que la deficiencia de uno, puede afectar a otro y de ésta forma interrumpir diversos procesos. Por lo que, una alimentación completa, equilibrada, adecuada, balanceada y de calidad es vital.


Incluir jugos o batidos de vegetales y frutas de diversos colores y especies es una buena forma de aportar al organismo Vitamina A, Vitamina C y Ácido Fólico, nutrientes esenciales para el sistema inmune. 



Así mismo, el control y manejo del estrés ejerce un papel crucial en nuestras defensas, tanto que, una molestia, pensamiento negativo, preocupación o cualquier situación que lo saque de su zona de estabilidad y tranquilidad puede deprimir el sistema inmunológico y precipitar la aparición de enfermedades infecciosas y crónicas.


¡APRENDAMOS A CUIDARNOS...por dentro y por fuera!