domingo, 21 de septiembre de 2014

HIPOTIROIDISMO...¿Cómo obtener y mantener un peso saludable?


La tiroides es una glándula cuya función principal es la secreción de las hormonas T3 (triyodotironina) y T4 (tetrayodotironina).  En todos los individuos sanos, se produce una secreción diaria de estas hormonas en cantidades que difieren de acuerdo a la edad, el sexo y bioindividualidad.

Las dos enfermedades tiroideas más comunes y conocidas son el HIPERTIROIDISMO que cursa con valores por encima de lo normal de hormonas tiroideas e HIPOTIROIDISMO que implica una disminución en los niveles de dichas hormonas en la sangre y consecuentemente en el cuerpo humano.

Ambas hormonas (T3 y T4) tienen efectos fisiológicos prácticamente en todos los sistemas y órganos del cuerpo humano y más específicamente sobre el metabolismo de los distintos nutrientes, la regulación de la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.

El hipotiroidismo puede ser asintomático, o bien producir múltiples síntomas y signos de diversa intensidad en todo el organismo. Hace algunos años se calculaba que un 3% de la población lo padecía, sin embargo esta cifra ha ido en aumento y actualmente una gran parte de la población lo padece, con una mayor prevalencia en las mujeres.

El diagnóstico del hipotiroidismo suele ser complicado y muy variable de individuo a individuo. Las pruebas bioquímicas que se utilizan para su dianóstico son la valoración de TSH (hormona estimulante de la tiroides), la cual es la prueba más importante y sensible para el hipotiroidismo. Una TSH por encima de lo normal implica hipotiroidismo. Además de la TSH, la valoración de T3 y T4 libres en sangre también permiten hacer un diagnóstico más certero y evaluar los niveles de hormonas tiroideas en sangre. Por otro lado las alteraciones en la ecografía también permiten diagnosticar un posible hipotiroidismo.


Sin embargo, en la mayoría de los casos, la clínica y sintomatología referida por el paciente suele ser el mejor indicador de la existencia, gravedad y evolución de la enfermedad. En muchos casos, existe normalidad en los valores bioquímicos pero los síntomas permiten diagnosticar un posible hipotiroidismo. Algunos de estos síntomas son: piel seca, uñas débiles y frágiles, cansancio físico frecuente, depresión, calambres y dolores musculares, frecuencia cardíaca y tensión baja, estreñimiento, lentitud física y mental, sensación de frío, caída del cabello o fragilidad excesiva, valores de colesterol alto y aumento de peso o dificultad para perderlo no asociado a la alimentación, etc.


Sano Sabor, reconoce que el Hipotiroidismo es hoy día una enfermedad epidémica que cada vez se hace más frecuente, sobretodo en mujeres, y cuya consecuencia más difícil de aceptar es el aumento de peso debido a un metabolismo enlentecido. Sin embargo, aunado a un buen tratamiento farmacológico mediante la administración de la hormona sintética y un control adecuado por parte del personal médico capacitado,  existen algunas pautas dietéticas que pueden ayudar y en la mayoría de los casos producir una pérdida de peso importante y sostenible a largo plazo.


Algunas de estas pautas son:

1.       Evite realizar dietas muy restrictivas o que excluyan grupos de alimentos. Una dieta debe aportar un mínimo de 1200 calorías al día, de lo contrario sólo se logrará enlentecer aún más el metabolismo, produciendo un efecto “yo yo” o rebote.

      
2.  En gran parte de los casos de hipotiroidismo, se producen también desórdenes hormonales y resistencia a la insulina. Sin embargo, omitir los carbohidratos no es una opción. La clave está en elegir los adecuados y consumirlos en cantidades adecuadas. Una porción de carbohidratos en cada comida contribuirá a la pérdida de peso siempre que se escojan los de grano entero, integrales y prefirendo las fuentes más naturales o menos procesados.                             Recomendados: arroz integral, avena, maíz en grano, tubérculos (papas con concha, yuca) y plátano, leguminosas o granos (arvejas, lentejas, caraotas). Consumir con moderación: pan integral, cereales integrales, casabe, granola casera, galletas de soda integrales, harina de maíz, arroz blanco.                     Evitar: harina de trigo, galletas, dulces, pan blanco o canilla.

3.       Las proteínas deben consumirse en todas las comidas pero sin ser extremistas. Una dieta muy alta en proteínas no lo hará adelgazar más rápido que una balanceada. Recomendados: pescados, pechuga de pavo o pollo, huevos enteros. Consumir con moderación: carnes rojas, lomo de cerdo, jamón de pavo o pollo, muslo de pollo. Evitar: cortes de carnes con grasa, jamón de pierna, salchichón, chorizo,  piel de aves.

4.       Incluir vegetales en todas las comidas es fundamental para lograr una pérdida de peso efectiva y a largo plazo. Además de ensaladas y contornos calientes, incorpórelos en las comidas en forma de batidos de frutas y vegetales, tortillas o revueltos, guisos de pollo o pescado, rallados en la masa de arepas, en cremas o sopas, etc.

5.       Utilice la menor cantidad de aceite posible para realizar la cocción de sus alimentos y de ser posible no agregue grasas a las comidas calientes. La mejor forma de utilizar las grasas saludables sin calentar, recomendándose el consumo de aceite de oliva en forma cruda en ensaladas y vegetales; los frutos secos (almendras, maní, nueces, pistachos, merey) como meriendas o para agregar sabor y textura a las ensaladas y el aguacate puede utilizarse en lonjas para rellenar o untar sobre sándwiches y arepas o agregar a las ensaladas. Evite el uso de mayonesa y salsas comerciales.

6.       Disminuya el consumo de productos “light”, “fat-free” o “ligeros”, a pesar de que algunos pueden resultar muy útiles, la mayoría de estos productos están cargados de ingredientes químicos y artificiales que pueden irrumpir con el proceso de pérdida de peso. Las bebidas de sobre sin calorías o los refrescos ligeros pueden provocar una mayor adicción por los carbohidratos y los dulces, para sustituirlos prefiera el consumo de infusiones de té verde o de frutas y flores como la Jamaica, la cual deberá endulzar con edulcorantes naturales, como la stevia.
7.       La actividad física es clave fundamental del proceso de pérdida de peso. A pesar de que los niveles de energía, el cansancio y el estado de ánimo pueden ser un factor en contra, debe lucharse contra esto e impulsar a nuestro cuerpo a moverse. El ejercicio genera endorfinas, aumenta los niveles de energía y nos hace sentir más saludables y activos por lo que mejora significativamente el estado de ánimo para los hipotiroideos. Adicionalmente, contribuye en gran medida a regular los niveles de insulina, a controlar el colesterol y a favorecer la pérdida de peso y el mantenimiento de la masa muscular.

8.       El hipotiroidismo no es sólo un problema hormonal, afecta casi todos los órganos y funciones corporales por lo que se requiere la atención de un equipo multidisciplinario de especialistas del área para poder hacer frente a la enfermedad, aceptarla y asumir un nuevo estilo de vida. La atención no sólo debe realizarse desde el punto de vista endocrinológico, sino también con el apoyo de psicoterapeutas y psicólogos que contribuyan a mejorar el estado de ánimo, la autoestima y la motivación interna. Así mismo, acudir al nutricionista es fundamental para la adopción de hábitos alimentarios saludables y elaborar un plan nutricional adecuado tomando en cuenta la enfermedad y los requerimientos nutricionales individuales.


El hipotiroidismo es una enfermedad que en la mayoría de los casos dura para siempre. Si sufres de esta enfermedad, lo primero que debes hacer a aceptar tu situación y entender que, cada tropiezo y situación en la vida, es una oportunidad para aprender, mejorar y crecer física y mentalmente.                     

Vivir feliz, conforme con tu cuerpo y con hipotiroidismo SI ES POSIBLE…

Sano Sabor Consultores Nutricionales

Balance y Vida Saludable

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