HIPOTIROIDISMO...¿Cómo obtener y mantener un peso saludable?
La
tiroides es una glándula cuya función principal es la secreción de las hormonas
T3 (triyodotironina) y T4 (tetrayodotironina). En todos los individuos sanos, se produce una
secreción diaria de estas hormonas en cantidades que difieren de acuerdo a la
edad, el sexo y bioindividualidad.
Las
dos enfermedades tiroideas más comunes y conocidas son el HIPERTIROIDISMO que
cursa con valores por encima de lo normal de hormonas tiroideas e
HIPOTIROIDISMO que implica una disminución en los niveles de dichas hormonas en la sangre y
consecuentemente en el cuerpo humano.
Ambas hormonas (T3 y T4) tienen efectos
fisiológicos prácticamente en todos los sistemas y órganos del cuerpo humano y
más específicamente sobre el metabolismo de los distintos nutrientes, la
regulación de la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca.
El hipotiroidismo puede ser asintomático, o bien producir múltiples síntomas y signos de diversa
intensidad en todo el organismo. Hace algunos años se calculaba que un 3% de la
población lo padecía, sin embargo esta cifra ha ido en aumento y actualmente
una gran parte de la población lo padece, con una mayor prevalencia en las
mujeres.
El diagnóstico del hipotiroidismo suele ser complicado y muy variable de
individuo a individuo. Las pruebas bioquímicas que se utilizan para su
dianóstico son la valoración de TSH (hormona
estimulante de la tiroides), la cual es la prueba más importante y sensible para el
hipotiroidismo. Una TSH por encima de lo normal implica hipotiroidismo. Además
de la TSH, la valoración de T3 y T4 libres en sangre también permiten hacer un
diagnóstico más certero y evaluar los niveles de hormonas tiroideas en sangre. Por
otro lado las alteraciones en la ecografía también permiten diagnosticar un
posible hipotiroidismo.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, la clínica y sintomatología
referida por el paciente suele ser el mejor indicador de la existencia,
gravedad y evolución de la enfermedad. En muchos casos, existe normalidad en
los valores bioquímicos pero los síntomas permiten diagnosticar un posible
hipotiroidismo. Algunos de estos síntomas son: piel seca, uñas débiles y
frágiles, cansancio físico frecuente, depresión, calambres y dolores
musculares, frecuencia cardíaca y tensión baja, estreñimiento, lentitud física
y mental, sensación de frío, caída del cabello o fragilidad excesiva, valores
de colesterol alto y aumento de peso o dificultad para perderlo no asociado a
la alimentación, etc.
Sano Sabor, reconoce que el Hipotiroidismo es hoy día una enfermedad
epidémica que cada vez se hace más frecuente, sobretodo en mujeres, y cuya
consecuencia más difícil de aceptar es el aumento de peso debido a un
metabolismo enlentecido. Sin embargo, aunado a un buen tratamiento
farmacológico mediante la administración de la hormona sintética y un control
adecuado por parte del personal médico capacitado, existen algunas pautas dietéticas que pueden
ayudar y en la mayoría de los casos producir una pérdida de peso importante y
sostenible a largo plazo.
Algunas de estas pautas son:
1. Evite realizar dietas muy restrictivas o que excluyan
grupos de alimentos. Una dieta debe aportar un mínimo de 1200 calorías al día,
de lo contrario sólo se logrará enlentecer aún más el metabolismo, produciendo
un efecto “yo yo” o rebote.
2. En gran parte de los casos de hipotiroidismo, se producen
también desórdenes hormonales y resistencia a la insulina. Sin embargo, omitir
los carbohidratos no es una opción. La clave está en elegir los adecuados y
consumirlos en cantidades adecuadas. Una porción de carbohidratos en cada
comida contribuirá a la pérdida de peso siempre que se escojan los de grano
entero, integrales y prefirendo las fuentes más naturales o menos procesados. Recomendados: arroz integral, avena, maíz en grano, tubérculos (papas con
concha, yuca) y plátano, leguminosas o granos (arvejas, lentejas, caraotas).
Consumir con moderación: pan integral, cereales integrales, casabe, granola
casera, galletas de soda integrales, harina de maíz, arroz blanco. Evitar:
harina de trigo, galletas, dulces, pan blanco o canilla.
3. Las proteínas deben consumirse en todas las comidas pero
sin ser extremistas. Una dieta muy alta en proteínas no lo hará adelgazar más
rápido que una balanceada. Recomendados: pescados, pechuga de pavo o pollo,
huevos enteros. Consumir con moderación: carnes rojas, lomo de cerdo, jamón de
pavo o pollo, muslo de pollo. Evitar: cortes de carnes con grasa, jamón de
pierna, salchichón, chorizo, piel de
aves.
4. Incluir vegetales en todas las comidas es fundamental
para lograr una pérdida de peso efectiva y a largo plazo. Además de ensaladas y
contornos calientes, incorpórelos en las comidas en forma de batidos de frutas
y vegetales, tortillas o revueltos, guisos de pollo o pescado, rallados en la
masa de arepas, en cremas o sopas, etc.
5. Utilice la menor cantidad de aceite posible para realizar
la cocción de sus alimentos y de ser posible no agregue grasas a las comidas
calientes. La mejor forma de utilizar las grasas saludables sin calentar,
recomendándose el consumo de aceite de oliva en forma cruda en ensaladas y
vegetales; los frutos secos (almendras, maní, nueces, pistachos, merey) como
meriendas o para agregar sabor y textura a las ensaladas y el aguacate puede
utilizarse en lonjas para rellenar o untar sobre sándwiches y arepas o agregar
a las ensaladas. Evite el uso de mayonesa y salsas comerciales.
6. Disminuya el consumo de productos “light”, “fat-free” o
“ligeros”, a pesar de que algunos pueden resultar muy útiles, la mayoría de
estos productos están cargados de ingredientes químicos y artificiales que
pueden irrumpir con el proceso de pérdida de peso. Las bebidas de sobre sin
calorías o los refrescos ligeros pueden provocar una mayor adicción por los
carbohidratos y los dulces, para sustituirlos prefiera el consumo de infusiones
de té verde o de frutas y flores como la Jamaica, la cual deberá endulzar con
edulcorantes naturales, como la stevia.
7. La actividad física es clave fundamental del proceso de
pérdida de peso. A pesar de que los niveles de energía, el cansancio y el
estado de ánimo pueden ser un factor en contra, debe lucharse contra esto e
impulsar a nuestro cuerpo a moverse. El ejercicio genera endorfinas, aumenta
los niveles de energía y nos hace sentir más saludables y activos por lo que
mejora significativamente el estado de ánimo para los hipotiroideos.
Adicionalmente, contribuye en gran medida a regular los niveles de insulina, a
controlar el colesterol y a favorecer la pérdida de peso y el mantenimiento de
la masa muscular.
8. El hipotiroidismo no es sólo un problema hormonal, afecta
casi todos los órganos y funciones corporales por lo que se requiere la
atención de un equipo multidisciplinario de especialistas del área para poder hacer
frente a la enfermedad, aceptarla y asumir un nuevo estilo de vida. La atención
no sólo debe realizarse desde el punto de vista endocrinológico, sino también
con el apoyo de psicoterapeutas y psicólogos que contribuyan a mejorar el
estado de ánimo, la autoestima y la motivación interna. Así mismo, acudir al
nutricionista es fundamental para la adopción de hábitos alimentarios
saludables y elaborar un plan nutricional adecuado tomando en cuenta la
enfermedad y los requerimientos nutricionales individuales.
El hipotiroidismo es
una enfermedad que en la mayoría de los casos dura para siempre. Si sufres de
esta enfermedad, lo primero que debes hacer a aceptar tu situación y entender
que, cada tropiezo y situación en la vida, es una oportunidad para aprender,
mejorar y crecer física y mentalmente.
Vivir feliz, conforme con
tu cuerpo y con hipotiroidismo SI ES POSIBLE…
Sano Sabor Consultores Nutricionales
Balance y Vida Saludable
Contáctanos infosanosabor@gmail.com
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