Todas las madres se preocupan y ocupan de la alimentación de
sus hijos. Desde la fecundación inicia
ese maravilloso proceso de nutrición, crecimiento y desarrollo de un ser único
para usted. Por ello, es fundamental desde el embarazo tener hábitos
alimentarios saludables. Una vez que el
niño puede comer los mismos alimentos del grupo familiar, es decir a partir del
1º año de edad, comienza la Educación Nutricional Infantil, la incorporación de
alimentos adecuados y la formación de hábitos que se traducirá en la generación
saludable del futuro.
Ante la demanda de tiempo que actualmente tienen los padres,
aquéllos que se encuentran insertos en el mercado laboral, académico y
en la onda del crecimiento personal, se requiere de un esfuerzo enorme por aportar el tiempo de
calidad y el amor para atender las necesidades afectivas y nutricionales de su
hijo.
Anteriormente, la madre se responsabilizaba casi
exclusivamente del acto de alimentar al grupo familiar. Los tiempos han
cambiado y ahora es una tarea compartida con los padres que muy abiertamente se han interesado por la
educación nutricional y la actividad física de sus chicos, probablemente
asociado al auge del ejercicio, bienestar y alimentación saludable que enmarca
positivamente la vida de los padres de
hoy en día.
A través de este artículo se aportan ideas al alcance de los
padres de HOY, que nutren con amor a los chicos de HOY, para que cada día se
involucren más en la formación de hábitos saludables. No es tan sencillo, ya que el tiempo apremia
y la influencia de los medios y el bombardeo de los anuncios de comida alta en
calorías y azúcar es muy alto. Pero no se debe bajar la guardia, es un esfuerzo
que valdrá la pena y lo mejor, sus hijos se lo agradecerán.
Comience por:
- Forme el hábito de DESAYUNO en casa, si el tiempo no lo permite, elabore la lonchera. Sirva una preparación saludable como una arepa asada mediana con queso, un vaso de leche y una fruta picada o en ración, por ejemplo. Esto le aportará energía y el entusiasmo para el rendimiento escolar.
- Anime a comer avena en hojuelas, en lugar de cereales de desayuno ricos en azúcar de liberación rápida asociados a la aparición de enfermedades como diabetes en la adultez.
- Enseñe a su hijo a beber agua, cuando tenga sed, dé primero un vaso con agua y luego puede complementar con jugo de fruta natural. Cuando el niño vaya creciendo no dude en explicarle las ventajas de las frutas en lugar de jugos azucarados y bebidas carbonatadas.
- Controle la ingesta de azúcar refinada, si le añade azúcar al tetero o leche de biberón, el niño tendrá un gusto excesivo por los alimentos dulces. Evite esta práctica y no coloque azúcar a los jugos de frutas naturales, el dulzor natural es suficiente.
- La mejor MERIENDA siempre será a base de frutas enteras, jugos naturales, frutos secos (nueces, avellanas, almendras, maní sin sal) en pequeñas bolsitas. Así como las cotufas.
- Si quiere ayudar a su hijo a pensar, incluya en su alimentación fuentes de ácidos grasos esenciales como almendras, nueces y avellanas, aceite de sésamo, girasol y semilla de lino, las cuales podrá colocar molidas en los cereales, en las ensaladas y como merienda. Lo mejor es que las consuman frescas ya que la cocción afecta el aporte de grasas esenciales.
- A la hora del ALMUERZO y CENA, es saludable proporcionar fuentes de proteínas como pescado, huevos y carnes magras como el pollo y el pavo, prepárenlos asados, a la plancha u horneados en lugar de frito, evite el consumo de grasa trans. Otros proteicos como la leche y los productos lácteos bajo en grasa serán una mejor opción.
- Los vegetales deben formar parte de la alimentación en las diferentes comidas, sea creativo e inclúyalas en forma de aliños, sopas, cremas, ensaladas, vegetales calientes, en torticas con arroz, en panquecas, tortillas, pizzas, etc.
- Deje las comidas fuera de casa para ocasiones muy especiales y sepa elegir las opciones más saludables, evitando las frituras y alimentos muy grasosos y dulces como el helado por ejemplo.
- Sirva las porciones adecuadas para chicos, una cosa es que el menú pueda ser igual al grupo familiar y otra muy distinta es la cantidad que se servirá en el plato del niño. Ellos, deben comer menos sin perder la variedad y las opciones saludables. Si no lo comen todo no lo obligue a comer, poco a poco van tomando el ritmo de alimentación. Enseñe a comer lentamente y a dejar de comer cuando comienza a sentir que está lleno.
- Prepare los alimentos considerando los colores y los sabores, haciendo todo lo posible por servirlos de la manera más atractiva posible para los chicos.
- Evite usar los postres o las golosinas como recompensas o consuelo. De esta manera, es posible que su hijo valore más esos alimentos que las opciones nutritivas.
- Cuando el grupo familiar tiene buenos hábitos alimentarios, será más sencillo educar con el ejemplo.
- El momento de alimentarse es muy importante y cuando se puede hacer en casa, se le debe dar el valor que se merece, dada las dificultades de la vida moderna. Por ello, use la mesa para el compartir y apague el televisor.
- Ejercitarse está de moda y como los resultados son positivos es muy probable es que sea una tendencia que se mantenga en el tiempo. Por ello, dedíquese a compartir actividades que requieran moverse con su hijo o hija; realice caminatas en familia y jueguen juntos al aire libre, por lo menos tres veces por semana.
Sano Sabor Consultores Nutricionales
Bienestar y vida saludable.
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