LA NUTRICIÓN
EN EL EMBARAZO: Los primeros pasos para una vida saludable.
El embarazo representa una de las etapas críticas de la
mujer ya que supone una serie de cambios físicos y psicológicos influenciados
directamente por la alimentación y el estilo de vida. La importancia de la
adecuada nutrición del feto comienza prácticamente desde la fecundación, lo
cual plantea la necesidad de un adecuado aporte de nutrientes desde ese
concreto momento. Sin embargo, dado que en la mayoría de los casos la mujer puede
no ser consciente de su embarazo durante los primeros días, es necesario como
ya fue planteado en nuestro artículo anterior, asegurar una buena nutrición
antes del embarazo.
La situación resulta un poco más complicada cuando el
embarazo se produce sin estarse preparada o de forma precoz. Según la Fundación
Bengoa y de acuerdo a cifras publicadas por
la División de Población de las Naciones Unidas, Venezuela es el primer
país en embarazos en adolescentes. Las cifras son las más altas de
Latinoamérica, 35 de cada 100 embarazos no planificados son de adolescentes
menores de 18 años. El último reporte del Ministerio del Poder Popular para la
Salud revela que las zonas con más Embarazos en Adolescente son: Apure (31,2%);
Guárico (27,8%); Cojedes (27,2%) y Portuguesa (26,9%).
Una inadecuada nutrición fetal puede acarrear
complicaciones durante el embarazo y el parto, dificultades motoras en el niño,
así como retraso infantil y dificultad para el aprendizaje. Por lo que, si
queremos crecer como una población y un país productivo debemos empezar por
concebir niños saludables, siendo necesario invertir en campañas de educación
sexual y nutrición preventiva a corto,
mediano y largo plazo.
El aumento de peso durante el embarazo, es una constante
muchas veces temida por la mayoría de las mujeres. Sin embargo, es un proceso necesario para
preparar a la mujer para el parto y para albergar al feto durante los nueves
meses de gestación. Este debe realizarse de forma paulatina y monitoreada, ya
que, un incremento excesivo se asocia a
diabetes gestacional y aumenta el riesgo de complicaciones. A las 20 semanas debe registrarse un aumento
de peso de 3,5 a 4 kg. A partir de entonces, la media de ganancia de peso es de
400 a 500 gramos por semana, alcanzando al final del embarazo un aumento de 9 a
12, 5 kg.
Culturalmente, la mayoría tiende a pensar que la ingesta
durante el embarazo debe ser mucho mayor al de la dieta habitual. Esto
realmente no es cierto, las necesidades de calorías en la embarazada son apenas
300 calorías por encima al de su requerimiento normal, cantidad que puede
suplirse adicionando alimentos energéticos y nutritivos, así como incluyendo 2
ó 3 meriendas entre las comidas principales. Si se viene siguiendo una dieta hipocalórica
para adelgazar antes del embarazo, ésta debe ajustarse a un patrón normal de
consumo indicado por un Nutricionista. Recuérdese que el embarazo no es el
momento para bajar de peso.
NUTRIENTES ESENCIALES EN EL EMBARAZO
Calcio
En las mujeres embarazadas y madres lactantes se
recomienda una ingesta de calcio de 1200 mg/día. En las adolescentes
embarazadas en etapa de crecimiento, se recomienda una ingesta de 1300 mg de
calcio. Para cubrir su ingesta es necesario ingerir alimentos ricos en calcio
como los lácteos bajos en grasa (leche, yogurt, queso o cuajada); sardinas que
además son ricas en Omega 3, brócoli y vegetales verdes, frutos secos y
semillas (almendras y ajonjolí). Si
usted es vegana, intolerante a los lácteos o simplemente no los consume,
consulte siempre con un profesional en el área quien pueda orientarlo mejor
acerca de cómo cubrir sus necesidades o indicará su suplementación.
Ácido Fólico
El elevado crecimiento que conlleva el desarrollo exige
la suplementación con esta vitamina. Debe también cuidarse el aporte adecuado
de alimentos ricos en folato o ácido fólico como los vegetales de hoja verde
(espinacas, lechugas, escarola, brócoli, acelgas), leguminosas (lentejas,
frijoles, garbanzos y habas), naranjas, aguacate, cereales integrales (avena y
trigo integral).
Hierro
El hierro es junto con el ácido fólico, el nutriente que
mayores requerimientos presenta durante el embarazo. La cantidad extra
recomendada es del 50% superior que la indicada en un período no gestacional.
Este aporte de hierro adicional se justifica para cubrir las necesidades
maternas, en especial, la formación de un mayor de células sanguíneas, de
placenta y para cubrir las necesidades del feto.
Ya en el artículo anterior hablamos de los alimentos
fuentes de hierro, en los que se incluyen las carnes rojas, los pescados
azules, las leguminosas como las caraotas negras, y los vegetales de hoja
verde.
Ácidos grasos esenciales
Durante el embarazo es importante mantener una ingesta
adecuada de ácidos grasos esenciales del tipo OMEGA 6 y OMEGA 3. Estos nutrientes
son los principales formadores de las membranas celulares y del tejido
nervioso. Una adecuada ingesta de este tipo de ácidos grasos ha demostrado
ayudar al desarrollo de la masa cerebral aumentando el potencial intelectual de
los futuros niños.
Para ello, incluya en su dieta alimentos como aceite de
girasol, sardinas y pescados azules
pequeños, semillas de linaza y/o chía y nueces, alimentos que constituyen las
mejores fuentes de estas grasas.
SUSTANCIAS
PELIGROSAS Y ALIMENTOS A EVITAR
Debe evitarse el consumo de café, tabaco o cigarrillo y
alcohol. El consumo de este tipo de sustancias ha sido relacionado con
prematuridad, complicaciones durante el embarazo, malformaciones en el feto,
bajo peso en el feto y mayor incidencia de abortos. En cuanto al café, si bien
lo mejor es evitarlo, también puede limitarse su ingesta a 200 mg de cafeína al
día, el equivalente a 2 tazas diarias.
Irónicamente a lo
recomendado en cuanto al consumo de Omega 3 y el pescado, muchos de los
pescados ricos en este tipo de ácidos grasos pueden tener niveles altos de
mercurio. Los estudios científicos demuestran que la exposición a altas
concentraciones de metil mercurio durante el embarazo puede afectar al
desarrollo del cerebro y del sistema nervioso de un bebé. Por ello, se
recomienda el consumo de pescado al menos dos veces por semana, escogiendo
especies pequeñas y evitando las siguientes: tiburón, pez espada y carite. Así
mismo, asegúrese de consumirlos bien cocidos, evitando preparaciones como el
“sushi” o “sashimi” donde se suelen comer productos crudos.
NAÚSEAS
Las naúseas suelen aparecer en la mayoría de las
embarazadas los primeros tres meses de embarazo por disminución de la motilidad
gástrica y cambios hormonales. Para evitar el vómito mañanero tome una pequeña
porción de alimentos fáciles de digerir antes de levantarse de la cama, como un
poco de avena cocida en agua, compota de frutas o un trozo de pan o galleta.
ACTIVIDAD
FÍSICA
Siempre que el embarazo no sea de alto riesgo, toda mujer
embarazada puede y debe llevar a cabo una actividad física ligera,
fundamentalmente a través de caminatas, bicicletas, natación y estiramientos;
siempre de forma moderada y evitando los movimientos bruscos y rutinas
extenuantes. Hoy en día también es posible la realización de disciplinas como
el YOGA en el embarazo el cual permite una mejor oxigenación, elasticidad,
digestión y relajación del cuerpo y la mente, todos necesarios para un embarazo
feliz.
Si un niño nace con un
cuerpo emocional estable y una mente capaz de funcionar inteligentemente, nace
con ventajas. Su vida puede desenvolverse mejor porque sabrá reconocer las
oportunidades que le ofrece la vida y las sabrá aprovechar. Estará despierto y atento,
y su vida se desenvolverá sin los problemas que vemos por doquier. Dedicarse
con amor y devoción a la sublime función de gestar, es ofrecerle al hijo UN
FUTURO MEJOR.
Sano Sabor. Consultores Nutricionales. Bienestar y Vida Saludable
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