TIPS PARA BAJAR LOS KILITOS DECEMBRINOS DE FORMA SALUDABLE
Por mucho que nos cuidemos y que tratemos de mantener la comida a raya en
navidades es normal que nos salgamos de nuestra rutina habitual de comidas,
probemos y disfrutemos de preparaciones típicas de la época y que también consumamos
más bebidas alcohólicas y postres de lo normal. Si logramos hacerlo con
moderación, es muy posible que mantengamos nuestro peso, sin embargo, en la
mayoría de los casos, la tendencia es a subir de 2 hasta 4 kg durante las
fiestas.
Si bien esto no debe dejar de sorprendernos, tampoco es motivo de angustia
o desesperación, pues en su mayoría estos “kilitos” de más se deben en buena
medida a agua y sodio retenido producto de las comidas copiosas, de modo que,
si nos ponemos las pilas y manos a la obra rápidamente, podemos seguramente
volver a nuestro peso habitual SIN pasar hambre y sin recurrir a métodos
extremos.
Te dejamos estos tips fáciles, prácticos y saludables para recuperar tu
peso de forma saludable:
1. Desíntoxícate
naturalmente: alcaliniza
tu pH sanguíneo y aporta a tu cuerpo una buena cantidad de vitamina c y
antioxidantes tomando en ayunas el zumo de un limón disuelto en una taza de
agua tibia. Posterior a ello consume durante unos días un batido hecho con
pepino, una rueda de piña y unas hojas
de hierbabuena o célery. Estos ayudarán a trabajar tu sistema digestivo, favorecerán
los procesos de eliminación, mejorarán el aspecto de tu piel y te harán sentir
con más energía.
2. Empieza
tu día con un buen desayuno: además del jugo de vegetales y frutas, es necesario darle a tu cuerpo combustible
de calidad, sobretodo en las mañanas. Tal vez ya lo hemos mencionado en
ocasiones anteriores, pero el desayuno marca la pauta de tu día, y está
demostrado, que un buen desayuno ayuda a controlar el hambre y la ansiedad. Así
que, si eres de los que sufre de ansiedad en las tardes y las noches, un buen
desayuno puede ser la solución.
Asegúrate de incluir VEGETALES + PROTEÍNAS en
tu desayuno más el carbohidrato de tu elección; por ejemplo, una arepa de maíz
adicionada con avena y semillas de linaza + un omelette con espinacas + una
infusión de tu elección constituye un desayuno completo y saludable.
3. Retoma
el hábito de la merienda: llévate tu merienda al trabajo a donde quiera que estés, algo tan simple
como una fruta entera (mandarina, cambur, durazno, manzana) puede servirte, así
como, un yogurt descremado o un puño de frutos secos. La idea es que consumas
una merienda a media mañana y una a media tarde, e incluso, si cenas muy
temprano puedes tomar una antes de acostarte.
Contrario a lo que muchos piensan
la merienda no acelera el metabolismo ni tampoco te hace subir de peso por
comer más. Su función es controlar el apetito, evitar el hambre entre comidas y
evitar la secreción excesiva de jugos gástricos previniendo la aparición de
gastritis o irritación gastrointestinal. Al consumir una merienda entre dos
comidas principales, estarás evitando llegar a la siguiente comida con un
hambre “desaforada” que te lleve a comer excesivamente.
4. Almuerza
Completo y Saludable: muchos, al entrar el mes de Enero, empiezan a “endietarse” comiendo solo
pollo a la plancha y vegetales en el almuerzo. Olvidarte de incluir el
carbohidrato en el almuerzo puede ser el responsable de que en las noches
tengas ansiedad y hambre. Por ello, realiza un almuerzo completo incluyendo una
porción de proteínas de fácil digestión del tamaño de la palma de tu mano
(pollo, pescado o granos), vegetales crudos y cocidos (deben ocupar la mitad de
tu plato) y una porción de carbohidratos saludables (arroz integral, papas,
batata, yuca, plátano), esta porción es “generalmente”de ½ taza para las
mujeres y 1 para los hombres, destacando que estas cantidades pueden variar
según la edad, actividad física y requerimiento individual de cada paciente.
5. Vigila
lo que tomas: evita
incluir jugos y refrescos “light” en tu alimentación. Así sean cero calorías,
estudios demuestran que pueden incrementar la ansiedad por alimentos dulces.
Además muchas de estas bebidas si aportan azúcares y otras, están cargadas de químicos,
colorantes y conservantes. Evita también la ingesta de jugos y batidos de
frutas, que a pesar de estar hechos de frutas, aportan poca fibra, generalmente
se les adiciona azúcar y además no te aportan la misma sensación de saciedad
que comerte la fruta entera. La mejor bebida que debes ingerir para
desintoxicarte, es agua, así como también infusiones (Jamaica, té verde,
manzanilla, jengibre, etc).
6. Si
te provoca algo dulce: es normal que en las tardes o después de almorzar nos provoque consumir
algo dulce. Antes de devorarte un paquete de galletas de tu hij@ o un trozo de
torta que te regalaron apúntate y ten siempre a la mano algo natural y saludable.
Algunas opciones son: 2 trozos de chocolate oscuro, 2 dátiles/higos/ciruelas
pasas, ½ taza de yogurt con 1 cucharada de nueces y un toque de miel, fresas en
trozos con un poco de stevia.
7. Evita
abusar de los edulcorantes artificiales: si tienes una condición o una enfermedad de base
(diabetes, hiperinsulinismo, etc) es normal que tu médico o nutricionista te
haya restringido la azúcar refinada o sacarosa. Sin embargo, estudios recientes
demuestran que no es recomendable el uso y abuso de edulcorantes artificiales y
que, pueden utilizarse pequeñas cantidades de azúcares naturales (papelón,
miel, etc) sin aumentar tu peso ni afectar tu salud. Por ello, te recomendamos
no exceder de 2 sobrecitos de edulcorante al día y evitar tomar en exceso bebidas o productos manufacturados endulzados
con edulcorante. El extracto de stevia pura o la stevia en hojas es también una
excelente opción para endulzar tus preparaciones.
8. Cena
ligero y saludable: La
cena es en la mayoría de los casos, la “comida problema”, pues llegamos
cansados del trabajo, sin ánimos de cocinar y con ganas de comer de todo,
así que el típico “sándwich” con jamón y
queso, suele ser el común denominador en muchos casos. En la previsión está la
clave en este caso, ármate previamente y ten a la mano en la nevera: vegetales
salteados, lechuga lavada, cremas de vegetales (brócoli, espinaca o auyama),
sopa de pollo y vegetales, carne molida o pollo desmechado o antipasto de atún.
Cualquiera de estas opciones puede facilitarte tu cena saludable. Te dejamos
algunas opciones #sanoysabroso:
Ensalada de tomate y cebolla + 1 trozo de
casabe.
- Sopa
de pollo y vegetales + 1 manzana pequeña.
- Fajita
de pollo o carne molida con pico de
gallo + Ensalada verde con aguacate
- Crema
de auyama con trozos de queso
blanco + Ensalada mixta con nueces.
9. Si la ansiedad llama a tu puerta: atácala con infusiones de hierbas,
consomé desgrasado o frutas. Puedes elaborar también heladitos de yogurt y
fresa y tener listos en el congelador o prepararte un “chocolate caliente”
utilizando cacao en polvo y leche de almendras o descremada.
10. Ponte creativo: Dedícale y ponle cariño a tus comidas y a
la forma en como sirves tu plato. Está demostrado que las personas que se
esmeran en servirse su plato tienen más adherencia a su plan nutricional y que
además logran adaptarse a largo plazo a su nuevo estilo de vida saludable. Así
que, ponle amor a la cocina. Asegúrate de variar las preparaciones, agrega
hierbas y vegetales naturales y evita hacer todo “a la plancha”, sin sal o sin
sabor. Recuerda que, nadie es capaz de
soportar a largo plazo un régimen dietético que no disfruta.
Por
último, recuerda que el apoyo profesional para lograr tus metas nutricionales
es crucial. Cada individuo tiene un requerimiento de nutrientes específico y
por lo tanto debe ser tratado de forma personalizada. Asegúrate de acudir al profesional indicado
(Nutricionista Dietista) quien es el más preparado para guiarte en el proceso
de adopción de hábitos saludables.
Si estás interesado en nuestros planes
nutricionales no olvides escribirnos a infosanosabor@gmail.com
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